Al caer en 1930 la dictadura del general Primo de Rivera, en España se proclamó la República. Los republicanos realizaron muchos cambios en el sistema político: concedieron la autonomía a los vascos y a los catalanes, separaron la Iglesia del Estado. Estos cambios bruscos molestaron a una parte de la población.
A causa de ello, antes de la Segunda Guerra Mundial España sufrió una terrible guerra civil. Empezó el 17 de julio de 1936 cuando MeliUa, una colonia africana, se sublevó contra el Gobierno de la República. El general Francisco Franco tomó el mando de las tropas. Pronto la sublevación se extendió por varias regiones del norte y del centro de España.
En pocos meses España se dividió en dos frentes, el republicano y el proclamado "nacional". Durante tres largos años las tropas republicanas poco a poco cedían su territorio. Las batallas más grandes se produjeron en torno de Madrid y Oviedo. En 1937, cuando los nacionales estaban a punto de tomar Oviedo, una gran cantidad de niños republicanos fue llevada a la URSS. Ellos pasaron a llamarse "los españoles del 37".
Durante el año 38 se produjo la batalla de Ebro, la más larga y horrorosa de toda la guerra. En diciembre los republicanos fueron derrotados, pero siguieron luchando. En las batallas contra los nacionalistas participaron las tropas rusas, norteamericanas y francesas, lo que es conocido como "Brigadas Internacionales".
Sin embargo, cuando cayó Barcelona, los republicanos perdieron la esperanza. La mayoría de ellos emigró a Francia o a América. Los comunistas continuaron luchando solos. Pero incluso en su campo hubo desertores, que se juntaban con las tropas nacionales.
El 1 de abril de 1939 la guerra civil se acabó con la victoria de Franco.
Una vez acabada la guerra, Franco permaneció como jefe del Estado y del Gobierno hasta su muerte en 1975. Acumuló todos los poderes en su persona. Durante la dictadura de Franco todos los partidos políticos estuvieron prohibidos. Franco prohibió también el uso público del catalán, vasco y gallego. Se produjo una serie de represiones contra los republicanos, muy parecidos a los de Stalin.
A causa de esto, muchos países cortaron las relaciones diplomáticas con España. Como la dictadura fue extremadamente dura, las únicas formas de oponerse al régimen eran las huelgas y los movimientos de protesta.