Hay una desventaja siendo estudiante de escuela. Es un sólo día de descanso en vez de descansar dos. Así que trato de hacer lo más posible.
Es un deber un nuestra familia hacer la limpieza en los apartamentos el viernes o el sábado para que tengamos el domingo un día libre.
En general me gusta dormir mucho pero el domingo en la mañana no me siento soñolienta. A las ocho ya está parada. Luego me baño y ayudo a mi mamá en la cocina. Nos gusta a todos desayunar en el salón y mirar la televisión. Si el día es bueno solemos salir a pesear. En la primavera o en el otoño cuando no hace mucho frío ni calor vamos en bicicleta al campo. He aquí porqué practicamos muchos ejercicios. Podemos seguir por los senderos estrechos en el campo o en el bosque, escuchar sonidos de la naturaleza y gozar de aire fresco. Tales viajes siempre son combinados con un picnic en el campo.
Un día fuimos a pasear por las montañas. Gozé mucho de este viaje y no me importaba mucho el peso de la mochila que tenía. ¡Que bello estar al lado de una hoguera o dormir en la tienda de campaña escuchando el susurro de árboles! Lástima que vivimos lejos de las Montañas de Crimea y tenemos que tomar un tren para llegar allá.
En el verano solemos encontrar sitios despoblados y abandonados y quedarnos ahí nadando y tomando baños de sol durante todo el día. Por desgracia tenemos que dejar este costumbre por la causa de contaminación del mar.
Cuando hace mal tiempo quedamos adentro de nuestra casa gozando de estar juntos. La mamá prepara algo especial; es un almuerzo de domingo. El papá lee, mira el televisor o trabaja en su despacho. La abuelita está sentada tejiendo o cosiendo algo. Yo voy a visitar a mis amigas o me quedo en casa también; leyendo, mirando el televisor o escuchando la musica. A veces salimos al cine o al teatro.
El domingo pasa y a veces me parece que hay mucho tiempo para otro fin de semana.